El gobierno estadounidense confía su trabajo a un «pasante» virtual

La administración pública americana, bajo el impulso del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), está experimentando un enfoque radical para optimizar sus operaciones. Ante reducciones masivas de personal, se despliega un chatbot alimentado por inteligencia artificial, GSAi, dentro de la Administración de Servicios Generales (GSA). Esta iniciativa plantea preguntas cruciales sobre el futuro del trabajo gubernamental y el lugar de la IA en el sector público.

Un chatbot para llenar el vacĂ­o dejado por los despidos

La GSA, encargada de la gestión inmobiliaria federal y de la supervisión de contratos gubernamentales, ha visto reducida considerablemente su plantilla. Para hacer frente a esta falta de recursos humanos, DOGE ha implementado GSAi, un chatbot destinado a asistir a los empleados en sus tareas diarias. Aunque se presenta como una herramienta versátil, capaz de redactar correos electrónicos, resumir textos o escribir código, GSAi es rápidamente comparado con un “aprendiz” por los empleados de la GSA.

Los empleados de la GSA han recibido directrices claras sobre el uso de GSAi: no se debe compartir información sensible o no pública con el chatbot. Esta restricción limita considerablemente su utilidad, especialmente para tareas como la síntesis de notas de reuniones o el análisis de datos. Además, las respuestas proporcionadas por GSAi se consideran “genéricas y predecibles”, confirmando así su comparación con un aprendiz.

AdministraciĂłn de Servicios Generales

Una iniciativa preexistente, acelerada por las circunstancias

Es importante señalar que el desarrollo de chatbots dentro de la administración americana no es una idea nueva. Antes de la llegada de DOGE, varias agencias, como el Departamento del Tesoro y el Departamento de Salud, ya estaban considerando adoptar soluciones similares. Sin embargo, estos proyectos habían estado estancados debido a las actuaciones consideradas “inestables” de los chatbots. Por lo tanto, DOGE decidió desplegar GSAi tal como estaba, en un contexto de drásticas reducciones de personal.

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ÂżHabilidades humanas irremplazables?

La ironía de la situación radica en que algunas de las personas despedidas de la GSA son probablemente las que contribuyeron al desarrollo de GSAi. Esta situación plantea una cuestión fundamental: ¿puede un chatbot, por muy eficiente que sea, realmente reemplazar la experiencia y el juicio humano? ¿No son las habilidades de los empleados despedidos, que crearon la herramienta GSAi, más valiosas que un chatbot capaz de redactar correos electrónicos?

Esta iniciativa del gobierno estadounidense destaca los desafĂ­os y las oportunidades de la IA en el sector pĂşblico. Mientras que los chatbots pueden automatizar ciertas tareas y mejorar la eficiencia, no pueden reemplazar completamente el trabajo humano. El equilibrio entre la automatizaciĂłn y la experiencia humana sigue siendo un desafĂ­o importante para el futuro de la administraciĂłn pĂşblica.