La espera se prolonga para los usuarios de Apple. La reforma tan esperada de Siri, inicialmente prevista para integraciones progresivas a partir de iOS 18.4, se ha pospuesto ahora hasta 2026, según las últimas comunicaciones de la empresa. Este retraso, aunque decepcionante, resalta los desafíos colosales que implica la integración avanzada de la inteligencia artificial en un asistente de voz utilizado por millones de personas.
Una ambición desmedida que encuentra obstáculos técnicos
Apple había anunciado con gran bombo, durante la WWDC 2024, un Siri transformado, capaz de entender el contexto personal de cada usuario, interpretar la información en la pantalla y interactuar de manera fluida entre las aplicaciones. Esta visión, impulsada por el poder de Apple Intelligence, prometía revolucionar la interacción con nuestros dispositivos. Sin embargo, la complejidad de esta integración resulta más ardua de lo esperado. Jacqueline Roy, portavoz de Apple, ha reconocido que el desarrollo de estas funcionalidades ambiciosas «lleva más tiempo del previsto».
Este retraso plantea una pregunta crucial: ¿qué significa «el año próximo» en el vocabulario de Apple? Como señala John Gruber, los «años de Apple» no corresponden al calendario tradicional, sino a los ciclos de desarrollo de los sistemas operativos, comenzando en cada WWDC. Así, un lanzamiento en 2026 significaría una integración con iOS 19, retrasando aún más la llegada de este nuevo Siri de generación.
La información de Mark Gurman revela un desarrollo más caótico de lo que parece. Múltiples bugs afectan las funcionalidades clave, llevando a Apple a considerar una reconstrucción completa de algunas partes del sistema. Esta decisión, aunque radical, demuestra la voluntad de Apple de ofrecer una experiencia a la altura de las expectativas, incluso si ello implica un retraso adicional.
Más allá de las palabras, una experiencia de usuario repensada
El reto para Apple va mucho más allá de añadir nuevas funcionalidades. Se trata de repensar la experiencia de usuario, haciendo que Siri sea verdaderamente inteligente e intuitivo. La capacidad de entender el contexto, anticipar las necesidades y interactuar de manera natural está en el corazón de esta reforma. Si la espera es larga, es porque la ambición es inmensa.
Este retraso plantea dudas sobre la capacidad de Apple para cumplir sus promesas en materia de IA. Mientras la competencia se intensifica, la firma de Cupertino debe entregar un Siri a la altura de las expectativas, capaz de competir con los asistentes de voz más avanzados. ¿Será el año 2026 el de la renacer de Siri, o el inicio de una nueva era para la inteligencia artificial de Apple?